10 Reglas de Vida para el Ejercicio II: 6-10
6.
Reconocer tus excusas
Nos podemos decir cosas a nosotros mismos
que nos sirven como excusas disfrazadas de razones, pero el ser honesto con uno
mismo es crucial si vamos a empezar a hacer ejercicio. Puedes estar diciéndote
cosas a ti mismo que no son ciertas que te llevan al fracaso. Algunos ejemplos:
Ø
"Estoy
muy cansado" - Si hiciste trabajo físico durante todo el día, puede ser
que estés físicamente cansado. Si has estado sentado todo el día, la fatiga
mental es el culpable y el ejercicio le dará más energía.
Ø
"Estoy
demasiado ocupado" - La mayoría de nosotros puede encontrar unos pocos
minutos cada día para hacer ejercicio. Tres entrenamientos intensos de 10
minutos son tan eficaces como un entrenamiento continuo.
Ø
"No
sé que ejercicio hacer" - La confusión es muy común, pero en su base, el
ejercicio es sobre el movimiento. Sal a caminar, haz un entrenamiento de fuerza
simple o prueba un programa estructurado.
7.
Escucha a tu cuerpo
Uno de los mejores beneficios del
ejercicio regular es llegar a conocer mejor tu cuerpo. Aprendes tus límites y
lo que tu cuerpo es capaz de hacer, pero con demasiada frecuencia, se ignoran
las señales de que algo anda mal:
Ø
Dolor
- A menudo se ignoran los signos de una lesión que viene, sobre todo si el
dolor es intermitente. Cuando te sientes algo inusual, prueba otras actividades
para trabajar tu cuerpo de una manera diferente. Nunca se debe trabajar con
dolor.
Ø
Fatiga
- Una sesión de ejercicios te dará energía. Si te sientes peor mientras avanza
el entrenamiento, esto es una señal de que puedes necesitar descanso.
Ø
Estrés
- Si bien hay indicios de que debes parar de entrenar, también pueden haber
signos de que realmente se necesita un entrenamiento. El ejercicio puede ayudar
a aliviar la ansiedad, la depresión y el estrés.
8.
Encontrar el equilibrio en tus entrenamientos
Muchos de nosotros tenemos al menos un
área del ejercicio que luchamos por evitar por completo. Algunos hacen todo
cardio y fuerza no, algunos hacen lo contrario. Algunos entrenan duro todos los
días, lo que permite muy pocos días de entrenamientos "más fáciles" y
otros nunca salen de su zona de confort. Encontrar el balance significa:
Ø
Trabajar
todos los aspectos del ejercicio- Un programa equilibrado incluye cardio para
el fortalecimiento del corazón, fuerza para los músculos, huesos y
articulaciones y estiramiento / entrenamiento del equilibrio para trabajar el
rango de movimiento y estabilidad.
Ø
Empujate
a ti mismo... a veces - Para avanzar, hay que ponerse a prueba, pero demasiados
entrenamientos difíciles pueden ser contraproducentes. Prueba una combinación
de intensidades y métodos de entrenamiento para evitar ir demasiado lejos en
una dirección y trabajar todos los sistemas de energía de tu cuerpo.
9.
Diversidad
Tendemos a ser criaturas de hábito y una
vez que encontramos un programa que nos gusta, o por lo menos que podemos
tolerar, tendemos a pegarnos a él. Lo que todos los deportistas a largo plazo
saben es que haciendo lo mismo por mucho tiempo puede causar el agotamiento,
aburrimiento y lesiones. Para evitar esto:
Ø
Varía
tus entrenamientos - Cada 4-6 semanas cambia algún aspecto de tu entrenamiento.
Prueba con un nuevo ejercicio cardiovascular o diferentes movimientos de
resistencia. Toma una nueva clase o simplemente haz las cosas en un orden
diferente.
Ø
Evoluciona
con tu estilo de vida – Permite que tus entrenamientos evolucionen. Nuestra
vida cambia, cambian nuestras necesidades y nuestros intereses con el tiempo.
No hay nada malo en buscar nuevas formas de hacer ejercicio
10.
Deja espacio para el fracaso
No siempre vas a ser perfecto en el
ejercicio. Habrá momentos en que te saltes una sesión de ejercicios, tal vez
tengas que pasar semanas sin entrenar. Habrá momentos en que no consigues la
motivación, no importa cuánto te esfuerces y te preguntas "¿Qué hay de
malo en mí?" Todos fallamos, pero eso no quiere decir que seamos
fracasados o que no podemos regresar del fracaso:
Ø
Vuelve
a tu camino tan pronto como sea posible. Date tiempo para recuperar tu fuerza y
resistencia, tanto mental como
físicamente.
Ø
Perdónate
- En lugar de perder el tiempo en la culpa, trátate como si tu fueras amigo
tuyo en la misma situación: aconséjate y
apóyate a ti mismo.
Aprende de ello - Tu fracaso sólo será malo si sigues repitiéndolo.
Averigua lo que salió mal y planifica para evitarlo en el futuro. ¿Para que nos
caemos? Para levantarnos de nuevo.
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