10 Reglas de Vida para el Ejercicio I: 1-5
1.
Date tiempo
Hacer un programa de ejercicios no es sólo
colocarse metas o hacer un plan, es sobre el tiempo. Se necesita tiempo para
invertir en el proceso antes de cosechar los beneficios. Ese tiempo te permite:
Ø
Averiguar
lo que te gusta y en lo que eres bueno. El programa puede no funcionar de
inmediato, así que date tiempo y libertad para practicar diferentes
actividades.
Ø
El entrenamiento
en su calendario diario. Utiliza el ensayo y el error para encontrar la manera
de encajar el ejercicio en tu rutina diaria y acepta que puede no funcionar
bien la primera vez.
Ø
Aprende
los ejercicios. No nacemos sabiendo cómo hacer ejercicios. Tienes que aprender
los movimientos para que los músculos trabajen y se practique una buena forma.
A veces toma tiempo hacer los ejercicios bien. No todos somos iguales. A
algunos les toma más tiempo que a otros.
Ø
Construye
fuerza y resistencia. Tu cuerpo necesita tiempo
para acostumbrarse a hacer ejercicio antes de poder trabajar en un nivel que
estimule la pérdida de peso. Si ya eres un deportista recuerda que al dejar de
hacer ejercicios por un tiempo puedes regresar a este estado en que el cuerpo
necesitará tiempo para volverse a poner en forma.
2.
Planifica con anticipación
Si ya andas luchando para hacer ejercicio,
cualquier cosa puede descarrilar tus planes. Es peor si te pasas la mitad de tu
mañana buscando las llaves perdidas, los zapatos o tu reproductor de MP3. Al
organizarte y tener las cosas preparadas con antelación te encuentras con más
tiempo para disfrutar del ejercicio. Facilítate la vida:
Ø
Planifica
tus entrenamientos. Hazte un plan de los días que harás ejercicio y los
entrenamientos que vas hacer. Saber lo que vas hacer y lo que necesitas para
hacerlo te hace las cosas más fáciles para preparar con anticipación. De esta
manera no habrá saboteo al tiempo.
Ø
Empaca.
La noche anterior, prepara tu bolso con todo lo necesario: ropa, zapatos,
botellas de agua, guantes, etc.
Ø
Ten
preparado bocadillos y comidas: Tener demasiada hambre para entrenar es el beso
de la muerte. Se convierte en otra excusa más. Mantén refrigerios rápidos como
yogur, queso, fruta o barras energéticas en tu casa, bolso, en el coche y en el
trabajo para estar siempre preparado.
3.
Comprométete plenamente a tus entrenamientos
Al planear un entrenamiento, puedes
sentirte comprometido en ese momento, pero a menudo hay un "a menos
que" detrás de él. Como en: "Voy a entrenar... a menos que esté
demasiado cansado / consiga mucho tráfico / que venga algo mejor". Evita
el titubeo mental siguiendo estas sugerencias:
Ø
Planifícalo.
Hazlo oficial metiéndolo en tu agenda diaria incluso dándole nombre ("6 am
RFP (Reunión Fitness Personal)")
Ø
Hazlo
no negociable. Preséntate a tu entrenamiento, no importa qué. Incluso si sólo
calientas un poco, estas siendo fiel al compromiso y para que algo se vuelva
rutina tienes que hacerlo parte de tu vida.
Ø
Compénsate.
Comprometerse a hacer ejercicio es más fácil si sabes que algo bueno viene
después: una buena comida, un rico baño en la tina caliente, un masaje después
de una semana o un mes de entrenamientos,
o incluso tus mismas metas personales como “me veré en mejor forma,
pasaré el examen de cinta, terminaré el maratón en buen tiempo, eliminaré los
kilos de más, me sentiré mejor”, etc.
4.
Haz ejercicio en la mañana
Aunque cualquier momento es un buen
momento para hacer ejercicio, los ejercicios matutinos suelen ser los que se
convierten en más constantes y se pegan más a una futura rutina/disciplina de
vida. Algunas razones para hacer ejercicio en la mañana:
Ø
Es
más fácil cumplir con la rutina cuando te la quitas del medio. En otras
palabras Si entrenas justo en la mañana tienes el día libre para planificar
otras cosas y no debes tratar de ver como la aprietas en tu horario.
Ø
Te da
más energía para el resto del día.
Ø
Aumenta
tu metabolismo.
Ø
Puede
ayudarte a dormir mejor.
Algunos consejos para convertirte en un
entrenador mañanero:
Ø
Date
u despertar tranquilo. Date tiempo para despertarte, tomate un café/té o haz
algunos estiramientos suaves antes de ejercicios más vigorosos.
Ø
Sobórnate
a ti mismo. Prométete un regalo o una recompensa esto puede ayudarte a salir de
la cama.
Ø
Alístate
rápido. No le des chance a que tu cuerpo genere excusas. Ponte tu ropa de
entrenamiento tan pronto como te levantes y comienza a moverte antes de que tu
mente tenga la oportunidad de encontrar excusas para no hacer ejercicios.
5.
Piensa antes de saltar un entrenamiento
Cuando llega el momento de tu
entrenamiento, llega el momento de la elección: “¿Lo haré o no?” Si has seguido
las normas anteriores, no hay duda de que por lo menos lo intentarás, pero
también tienes que pensar que saltar el entrenamiento no siempre es malo. Si
estas teniendo problemas para decidir, pregúntate:
Ø
¿Si
salto este entrenamiento me ayudará o perjudicará? Puede que en verdad
necesites hacer ejercicio para mantenerte en la rutina de vida que estas
creando o que realmente necesitas un día para descansar, recuperarte y volver
más fuerte
Ø
¿Cómo
me sentiré? Puede ser que en verdad no quieras entrenar en ese momento pero
¿cómo te sentirás después? ¿Culpable? ¿Arrepentido? Piensa en eso antes de
decidir. La gratificación inmediata de quedarte en cama, dormir un poco más y
no hacer ejercicios puede disiparse después haciéndote sentir bastante
culpable. Pensar en las consecuencias puede ayudarte a empujarte a tomar la
decisión correcta. Recuérdate a ti mismo que:
o
El
ejercicio es una elección no una sentencia de cárcel. Sabiendo que eres tú el
que está a cargo de tus decisiones puede ayudarte a ir en el camino correcto.
o
El hacer
ejercicios es un compromiso que haces a diario. Algunos días estás más
comprometido que otros. Así que apóyate en tu disciplina para sacarte de la
cama.
o
Cada
día es distinto. Algunas veces puede ser que tengas que trabajar más duro para
motivarte.
Ø
¿Por
qué estoy evitando el ejercicio? ¿Estás cansado? O tal vez tus entrenamientos
son aburridos. Averigua lo que te está haciendo no querer entrenar y busca como
puedes superarlo.
Ø
¿Cuánto
he estado entrenando esta semana? Mira hacia atrás y ve cuánto has entrenado durante la semana.
¿De verdad puedes darte el permiso de darte un día de descanso? Si está
comenzando la semana puede que saltar ese día haga más difícil continuar el
siguiente.
Ø
¿Cómo
compensaré el saltar el entrenamiento de hoy? Imagínate que decides quedarte en
la cama y no despertarte para entrenar. Ahora pregúntate como voy a compensar
por la pérdida de este entrenamiento. ¿Lo harás después del trabajo? ¿O te
levantarás mañana más temprano para hacer un entrenamiento extra fuerte?
Visualízate y pregúntate si de verdad lo cumplirás o si te estas mintiendo a ti
mismo. Si en verdad vas a saltar el entrenamiento planifica bien el
entrenamiento que lo suplantará. Prepara bien la ropa para ejercicios después
del trabajo o pon la ropa de ejercicios al lado de tu cama con la planificación
previa del entrenamiento doble que harás a la mañana siguiente.
Ø
¿Tengo
una razón legítima para saltar este entrenamiento? A veces saltar un
entrenamiento es la mejor idea. Si estas enfermo, si estas sobre-entrenando, si
estas lesionado y necesitas descansar. Si es sobre la motivación entonces
piensa o escribe cualquier cosa que te motive hacer ejercicio como:
o
Todos
los beneficios del ejercicio.
o
Imagina
toda la gente que está entrenando en ese momento. Si ellos pueden tú también.
o
Piensa
en lo bien que te vas a sentir cuando termines de entrenar.
o
Recuerda
que comenzar es la parte más difícil. Comprométete en hacer el calentamiento.
Si puedes llegar hasta allí muy probablemente lo terminarás.
o
Imagínate
poniéndote esa ropa que no te has puesto en mucho tiempo.
o
Piensa
en un evento futuro para el que te gustaría perder peso.
o
Sigue
intentando hasta que consigas algo que te funcione y repítelo.
Ø ¿Cómo afectará tus metas el saltar el
entrenamiento? ¿Si estas tratando de perder peso qué tan importante es este
entrenamiento? El ejercicio quema calorías, te crea resistencia y mejora tu
fuerza. Si saltas el entrenamiento nada de eso sucederá. Quizás saltar un día
no afectará pero es la acumulación de tus entrenamientos lo que te lleva al éxito.
Prueba estas ideas:
o Recuerda tus
metas. Anótalas y tenlas presentes.
o Busca
apoyo. Si te es tan difícil háblale a tus amigos sobre tus metas. A veces por el
solo hecho de no quedar mal ante los demás de que no estas cumpliendo tus metas
te esfuerzas en hacerlas.
o Ponte nuevas
metas. Si estas ya no te motivan busca nuevas que sí. O quizás ponerte metas
más alcanzables te ayude a completarlas.
Ø ¿Qué puedo
hacer para convertir mi entrenamiento en algo más atractivo para mí? Prueba
estas ideas:
o Haz un calentamiento
más largo para prepararte mejor para el entrenamiento.
o Haz una nueva
lista de reproducción de música en tu MP3. Pon tu canción preferida o más
motivadora de primero (como por ejemplo la canción de ojo de tigre de las
películas de Rocky Balboa).
o Prueba un
enfriamiento más largo. De esa manera quitas cualquier rastro de ácidos
lácticos producidos por el ejercicio o músculos contraídos lo cual puede dejar
tus músculos adoloridos o más cansados.
o Entrena con
un amigo. El solo hecho de no embarcar al otro es una motivación. Créeme...el
tendrá la misma motivación.
o Habla de tus
ejercicios. Hablar de tus logros en el gimnasio con otros te ayuda a levantarte
el ánimo.
Ø ¿Cómo puedo
cambiar mi entrenamiento? Si estas pensando en saltar tu entrenamiento porque
te levantaste tarde o tuviste que trabajar hasta más tarde que lo normal piensa
en una forma creativa de hacer un entrenamiento corto y efectivo que haga el
trabajo. Si solo tienes 10 a 15 minutos prueba un entrenamiento corto de
intervalos. Calienta con una caminata rápida y luego realiza sprints intensos
por 30 segundos con recuperación de 30 más. Escoge ejercicios de cuerpo
completo como flexiones, squats, lunges, marineros, etc. y mézclalos en un
entrenamiento de circuito haciendo c/u por un minuto.
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