Esgrima de Corvo II: El combate y la tradición
Forma de portarlo
El corvo se lleva en la cintura, sobre el costado
anterior izquierdo y con el filo hacia abajo-atrás, sostenido por el cinturón o
faja, pudiendo usar o no funda. Las fundas también se hallan de materiales diversos,
siendo difícil el diseño y construcción por la forma de la hoja y su modo de uso
y desenfunde, además debe ser de un material inerte, ya que el cuero contribuye
a la oxidación del metal. En definitiva, el corvo no es un arma para tener guardada,
sino para ser llevada activamente. Típicamente el corvo es de fabricación artesanal,
pudiendo ser forjado por un maestro o por su propio usuario. El corvo es fabricado
con materiales de oportunidad, lo que se puede apreciar, sobre todo en los mangos.
Esto permite determinar la procedencia de un arma y la de su constructor o dueño.
El combate
En la actualidad la Esgrima de Corvo
es mantenida en cursos muy restringidos dentro de la especialización de Combate
Especial y su enseñanza y práctica es sólo reservada entre especialistas maestros
civiles y militares.
En los viejos tiempos simplemente
era el arma para la supervivencia de los rotos. A continuación un extracto de Plath
1946.
“Para manejar el corvo hay que estar familiarizado con él. Es común oír
decir que el roto es cuchillero. Sí, pero cuchillero fino, como ajustado a un código
de honor. Entre peleadores y en plena lucha, aunque tengan blanco no pegan, hasta
no fijar la puñalada certera, la que parta el alma y haga irse al contendor en un
solo y largo quejido.
Los espectadores en raras ocasiones tratan de apartar a los adversarios,
a no ser cuando estiman que ya han perdido el dominio de sí mismos y el cuchillo
es blandido a tontas y a locas.
Hay que destacar que cuando la pelea es seria, el desafío se ejecuta atándose
los pies, y entonces la lucha es formidable. Por lo general, buscan un solitario
y apartado paraje, animándose u ofendiéndose cuando empiezan a cruzarse los filos.
En esta ocasión se sirven de la faja, muchas veces de seda, con la que ambos se
amarran el pie izquierdo. La mano derecha está como enguantada ya sea con una manta
partida en dos, con una chalina o simplemente envuelta en un saco, a fin de que
la muñeca no afloje el corvo; el brazo izquierdo siempre en alto, también está envuelto
y sirve de escudo para barajar, parar los golpes, los cortes.
Pactado de este modo, el combate es a muerte: uno quedará panza al sol,
guata arriba, con las tripas afuera, enredado en un corvo.
El vencedor, terminada la contienda, corta de un tajo la amarra, la faja.
El roto es decidido y valiente con su corvo. El roto ama su corvo y recuerda
que ganó batallas a puro corvo (durante la campaña de 1879, el soldado lució en
su uniforme el corvo, el que llevaba al lado izquierdo, en una elegante vaina).
Estos embelecos los empuñan los rotos pampinos para ventilar asuntos de
ellos: defender una hembra, aclarar sus enredos, sobre todo cuando los dos sienten
afecto por una misma mujer; a veces, una botella de pisco o una cuestión de minas
suelen originar los encuentros. Hay puntas de corvos que han realizado proezas frente
al abdomen descubierto de un contendor. Filigranas y arabescos se han escrito con
sangre sobre la tostada y dura piel de los rotos, cuando estos son sufridos y no
saben de dolores ni fatigas y caen sin pedir auxilio: el que es minero no chilla,
aunque esté bandeado.
El corvo es un instrumento de defensa: por algo tiene una conformación arqueada
como una garra; de ahí que cuando agarra desgarra.
En las manos de un malhechor se mancha, porque lo vuelve arma contundente.
La parte terminal del mango la utiliza para dar golpes llamados cachazos. Por esta
razón, la autoridad policial ha realizado campañas en todo Chile para suprimir el
uso del corvo; pero su control es sumamente difícil, ya que éstos se pueden hacer
de una lima, de un trozo de sierra, con las puntas de las hoces, en la casa, o al
escape en las fundiciones”.
Golpes
El corvo se toma como un martillo, con la punta
mirando directamente al enemigo y manteniendo la mano a la altura de la cadera.
La mano desarmada se mantiene cercana al cuerpo para contrapesar. La forma del corvo
permite usarlo de diferentes formas:
Tajo: Se da con la cara interior de la hoja. Dentro
de la distancia de ataque el Corvo corta limpiamente, pasando de un lado a otro
del cuerpo. Este golpe se aplica en el vientre, ingle, cara, cuello, interior
del codo y muñeca.
Revés: Se usa la cara exterior de la hoja, va hacia
cualquier blanco y se aplica cuando el cuchillo vuelve de un tajo para
aprovechar el movimiento, atacando siempre, aun al retroceder. Preferentemente
se ataca al rostro para preparar el golpe de muerte.
Cala-Sandía: A modo de hacha, el Pico de Choroy parte
en dos la cabeza del oponente en forma vertical.
La Chaqueta: La Uña del Diablo, rápidamente en dos
movimientos descendentes, produce dos heridas enormes en forma vertical en
ambos costados del tronco del oponente. De esta manera se crean bolsillos como
los de una chaqueta, y el herido al tratar de comprimir sus heridas
inútilmente, sus manos pasan de largo hacia el interior de sus propias
entrañas.
Zarpazo: La Garra de Puma se clava de forma
perpendicular y de arriba abajo al objetivo, aprovechando el peso del arma y
del brazo, desgarrando al continuar su trayectoria y atrapando al enemigo al
tomar contacto con el hueso. De esta forma se golpea a la cabeza, hombros y
esternón.
El Gancho: La Garra de Puma en movimiento ascendente,
se clava en la parte lateral interna del muslo o en los genitales, y de un solo
tirón, el contrincante es levantado algunos centímetros del suelo gracias al
impacto, y esto crea una herida profunda que lo desangra en pocos minutos.
Picotazo: El Pico de Cóndor se clava de forma
perpendicular al cuerpo y al extender el brazo por completo, hacia dentro se
hunde formando una herida curva hacia abajo, lo que permite perforar la cavidad
torácica, los ojos o el cuello.
El Amigo: Cuando el combate es cerrado y hay un
contacto extremo con el oponente, la Uña del Diablo entra en forma lateral a la
altura media de la columna vertebral y crea una herida horizontal hasta los
riñones, mientras se abraza al contrincante.
El Leñero: El Pico de Choroy en movimiento
descendente, parte las extremidades con golpes en las articulaciones de los
brazos. La idea de este golpe es la mutilación en vida del oponente.
Cachazo: Se usa en la corta distancia, pegando con el
pomo en línea horizontal hacia afuera o vertical hacia arriba.
Manejo
El Corvo es un arma poco
convencional y para su uso efectivo (como con casi todos los cuchillos no
convencionales) se debe estar familiarizado con él, con su peso, sus partes,
tacto y balance. Asimismo, se sabe que una hoja curvada causa más daño anatómico
que una hoja recta por el efecto geométrico de desgarro que deja en el cuerpo
del afectado, mientras que una hoja recta deja un corte limpio que puede ser
fácilmente suturado. A diferencia de otros tipos de esgrima, en las que se
hablan de cortes o estocadas, la esgrima de Corvo habla de golpes o picotazos,
siendo definitivamente más fácil hacer un daño mayor sin una preparación tan
especializada como con otras armas, ya que el Corvo no requiere una gran
fuerza, destreza, flexibilidad o agilidad para ser usado con efectividad. Lo
verdaderamente importante es la solidez de la muñeca, juzgar bien las
distancias y saber aprovechar la oportunidad.
Como se dijo anteriormente el Corvo se toma con la mano
atrasada como un martillo, con la punta mirando directamente a los pies del
enemigo y manteniendo la mano a la altura de la cadera. La mano adelantada se
mantiene cercana al cuerpo para contrapesar o se usa para fintear, forzando al
enemigo a exponerse.
Jamás hay que olvidar que el
Corvo concentra su peso y momentum en la punta o el filo, dependiendo de la
ubicación del blanco. Aunque el Corvo no sirve para apuñalar, la forma del
cuchillo permite mecánicamente multiplicar la fuerza del atacante y provocar
heridas graves o mutilaciones fácilmente.
La pelea con Corvo es brutal y
despiadada, la actitud mental es lo primero y sólo debe buscarse el golpe que
da fin inmediato a la contienda ya que el Corvo no tiene aptitud para la
defensa, por su peso es lento para bloquear y su forma no permite cubrir un
ataque y se reduce en cerca de una pulgada su alcance máximo.
El Corvo, una vez que se lanza el
primer golpe, no puede detenerse, debiendo emplearse con la máxima violencia y
agresividad (se vuelve a repetir, el Corvo desgarra y fractura, no como los
cuchillos corrientes que cortan y punzan). Por esto, el primer golpe debe ir a
un objetivo vital e incapacitante y no perderse en atacar las extremidades del
enemigo. Quien esgrime un Corvo debe esquivar de forma instintiva (puede
ayudarse con el juego rápido de pies y de la mano adelantada) y solo al tener a
la vista un blanco seguro, atacar (cuando se ataque el golpe tendrá que ser
definitorio por que se entrará en el radio de acción del cuchillo del
adversario, así es que se deberá bloquear, cortar, desgarrar, patear, barrer o
matar). El ataque se realiza a fondo buscando las partes más sensibles y dando
golpe tras golpe, rematando al enemigo múltiples veces. La violencia desatada
evita, además, la intervención externa, ya que un tercero que intentara
intervenir podría resultar malherido.
Como curiosidad, se puede añadir
que los Corvos pueden ser empleados como armas arrojadizas, aunque no fueron
diseñados específicamente para ese uso. Los expertos señalan que la mecánica
del lanzamiento de Corvos se parece mucho al lanzamiento de hachas.
El Simbolismo del Corvo
El Corvo posee una curiosa
simbología, destinada a comunicar mediante motivos religiosos, esotéricos o
vegetales ciertos hechos o mitos a quienes sepan descifrarlos. A continuación un listado de los principales símbolos:
El Árbol de
la Muerte. Antiguamente se tenía la macabra costumbre de anotar las
victorias en los mangos con metal o dibujos, o en la hoja se tallaban muescas,
significando cada una un muerto. Estas muescas o dibujos se hacían de tal forma
que, vistos en su conjunto, formaban un árbol, de ahí su nombre.
La Cruz de
Salomón. Se dice que este dibujo, realizado sobre la hoja, otorga
protección al Corvero, contra la cual no hay maldición ni trampa que valgan.
El Ojo del
Ángel. Es un diseño de la empuñadura que consiste en una banda de ónice
con bronce sobre un fondo blanco (por ejemplo hueso), que según la tradición
confundirá la vista del oponente y será lo último que vea el derrotado al
abandonar este mundo en un duelo corvero: el Ojo del Ángel.
Los Motivos
de Fuga. Este diseño corresponde a las hojas y ramas moviéndose al
viento y representa a la sangre vertiéndose.
Las Tradiciones del Corvo
El Corvo debe llevar un nombre porque “en cuanto toca sangre, vive”.
Este jamás se compra excepto si te lo vende un amigo, este se manda a hacer o se lo hace uno mismo, se hereda, se regala o se lega, se captura o se roba.(En lo personal no considero malo comprar un Corvo hoy en día por dos razones, una es asegurar la calidad de la pieza y la otra es asegurar la continuidad del Corvo.)
Una vez hecho o adquirido, el Corvo deberá acompañar a su amo durante toda su vida, como si fuera una extensión natural de sí mismo.
Antiguamente, cuando el rencor era avivado por el alcohol, ocurría un duelo a Corvo. Los oponentes eran amarrados de un tobillo con un pañuelo o una cuerda, y solo aquél que quedara vivo tenía el derecho a cortar de un golpe la cuerda y salir del sitio, aunque por lo general los dos corveros terminaban mal, caídos en un abrazo fatal.
El Corvero, cuando esté disputando un duelo a muerte, jamás hará un ataque con el Corvo, aunque tenga el blanco listo, a no ser que sea para dar el golpe de gracia que acabe con el oponente en un largo y único quejido. Por lo mismo, los duelos a Corvo son tardados y trabajados donde se espera que el adversario esté cansado para, recién ahí, atacar.
Conclusión
El uso del corvo en Chile está desapareciendo
poco a poco. Es una lástima que un cuchillo que pudiéramos decir autóctono de América
ya que fue perfeccionado acá sea reemplazado en las fuerzas
militares chilenas. El corvo es un símbolo importante de la cultura chilena y no
debería desaparecer. La FAME dejó de producirlos y buscaba una empresa privada que
se encargara de eso pero parece ser una movida política, según dicen algunos, para
borrar su memoria. Durante el régimen militar de Augusto Pinochet, se
ejecutaron a prisioneros políticos en muchos casos con corvos antes de ser
fusilados, especialmente durante la caravana de la muerte. Por lo que hoy en día el tema del corvo tiene un tinte político ya que muchos lo recuerdan como un símbolo militar
de la época de la dictadura por hechos como el anterior.
A partir de 1990 el gobierno de Chile, ha borrado innumerables siluetas de
corvos. Estas siluetas habían sido grabadas en los faldeos de cerros que
dominan lugares donde se habían librado batallas, todas recuerdan el pasado de
Chile, muchas el de la presencia militar. Algo tan importante en la cultura no debería
ser borrado sin importar los tintes políticos. Bueno o malo forma parte de su historia.
Supuestamente hoy en día su instrucción
a las FFAA en Chile es muy básica y sólo se enseña un poco más profundo a los Comandos
Especiales. El arte del uso de esta arma se está perdiendo.
Bibliografía
El Corvo Chileno 2.0
[http://corvochileno.site40.net/]
Hernández M. , J.E. 2014. Diccionario enciclopédico de armas, Ver 1.1. Sanjal-Do.
Hernández M., J.E. 2014. Guía del cuchillo, Ver. 1.0. Sanjal-Do.
Plath, O. 1946. El lenguaje
de los cuchillos. En: Baraja de Chile. Zig-Zag. Chile.